Lo bueno de las grandes ciudades es que se puede viajar con el paladar gracias a la cantidad de restaurantes internacionales, que nos acercan los sabores de lugares remotos. Como lo hace el restaurante Apura con la cocina peruana. Pero no de cualquier tipo, sino la callejera, la canalla, la de comer con las manos y compartir.

Es lo último que ha abierto Mario Céspedes, responsable de los exitosos Ronda 14 y Cilindro. Aquí su idea es ofrecer una comida sencilla y rápida en un concepto de local más informal, pero siempre respetando una estupenda materia prima. Inspirado en las sangucherías peruanas, en Apura se disfrutan las tapas, el piqueo y los platillos pensados para compartir.

Os dejamos algunos ejemplos:

Steak tartar con carne de cadera, toque de ají limo (un pimiento rojo pequeño), mostaza vieja, huevo, cebolla, cebollino, patata paja, cilantro y crema de rocoto (9,50€).

Apura

Tacos de pollo (son de trigo, pero ofrecen la alternativa para celíacos con torta de maíz), pollo a la plancha, crema de rocoto, piña a la brasa, cebolla roja, cilantro un toque de lima (7,90€ /2 unidades).

Apura

Rollito de oreja guisada, masa filo (frito y al horno), cebolla crujiente, cebolleta, melisa y un toque de chile, acompañado de salsa de verduras (8,40€).

Apura

Bocadillo de chicharrón de cerdo a la brasa, crema de ají amarillo con guacatai, toque de chile, boniato frito en chips y salsa criolla de cebolla, cilantro, lima y brandy (8,50€). Se sirve en pan de torta de aceite.

Apura

Torrija caramelizada con helado de vainilla (6,30€).

Apura

Lo bueno de todos estos platos es que se presentan más refinados, sanos y ligeros gracias al uso de ingredientes naturales, salsas caseras panes de masa madre y harinas eco. A esto, ya si te animas, le puedes añadir cócteles como pisco sour, mojitos, daiquiris o maracuyá sour.

Dirección: General Oráa, 45.

Precio medio: 20€

Puntuación: 4/5

Web de Apura.

Sobre El Autor

Curiosa y hambrienta por naturaleza, aunque no siempre en ese orden. Me gusta probar cosas nuevas y siempre tengo hueco para el postre. Si me preguntas por mi comida favorita te diré: "¿por qué decidirme solo por una si el mundo nos regala un abanico inabarcable?"

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