Bacira es un imprescindible si te gusta la comida fusión que mezcla aires asiáticos, latinoamericanos y mediterráneos, con servicio excelente y lugar acogedor. Fuimos sin leer mucho sobre el restaurante y salimos alucinando. Y claro, hemos vuelto más de una vez.
En la zona de Chamberí, en una calle poco frecuentada (c/ Castillo 16), hace esquina este restaurante. Quizá, a simple vista, no parece un lugar lleno de creatividad y comida fusión, mas bien algo tradicional y de menú al estilo mediterráneo, pero al lorito con la carta porque te va a costar decidir. Y vas a flipar.
Las veces que hemos ido nos ha parecido igual: un lugar acogedor, amplio y que da buen rollo. Ayuda mucho cómo te atienden y que siempre hace una temperatura súper agradable.

Al frente están Gabriel Zapata, proveniene de Chile y donde descubrió que lo de la cocina era lo suyo. Ha trabajado en Wasabi y Sushi House (en Palma) y en Nikkei 225 y Distrito 798. También Vicente de la Red, que ha trabajado en El Celler de Can Roca, Aponiente, Urkiola Mendi, Kabuki o Nikkei 225. Y por último está Carlos Langreo, que ha puesto su ingenio en el hotel Gran Meliá Fénix, La Nueva Fontana, La Maruca, Martinete, 99 Sushi Bar y Nikkei 225. Los tres juntos forman un local de tradición, vanguardia y perfeccionismo.
La carta es súper atractiva donde Asia y el Mediterráneo se juntan. La clave, además de la fusión y el buen hacer, es la excelente materia prima a precios muy ajustados. Tiene unos 25 platos y está pensado para compartir. Además, tiene la opción de pedir una ración entera o media.
PLATO A PLATO.
Ensaladilla de ají amarillo, tobiko y carpaccio de gamba blanca. Siempre que vamos, repetimos. Tiene un ligero punto picante que le da la originalidad. Se puede pedir media o una ración entera. Merece la pena pedir la entera porque está muy buena.

Sardinas ahumadas con ajoblanco de coco, higos, uvas y PX. Os podéis imaginar… SUBLIME. Mezcla todo y coge de todo porque el sabor es explosivo.

Tiradito de dorada con vieras de la Patagonia con salsa huancaína. Una auténtica PASADA. También lo pedimos siempre que vamos. Tienes que enrollar la dorada en la viera y ya está. El sabor es excepcional y muy suave, y la salsa huancaína brutal.

Ceviche clásico de corvina con maridaje con cerveza La Virgen Madrid 360. Quizá es el plato que menos me impactó por ser el más usual en algunos nuevos restaurantes de ahora. Es muy correcto, pero preferiría otros platos que tienen pintón.

Niguiri de anchoa de Santoña con aguacate y pico de gallo. Sabores japoneses, españoles y mexicanos. Sabor intenso por la anchoa y ensación de frescor por el aguacate y pico de gallo. Tremendísimo. Además, buena textura por el arroz.

Otro para volver a repetir una y otra vez. Niguiri de lubina a la bilbaína donde, además, os dejo la receta aquí. Una versión japo-vasco.

Saam de pluma ibérica, tofu ahumado, salsa agridulce al chili garlic, puerro y shiso verde que lleva en carta desde octubre del 2019. Me pasó lo mismo que con el ceviche: muy buen plato pero creo que en la carta hay muchas más cosas para probar.

Tarta al whisky con humo de Jack Daniel’s Tennessee Whiskey. ¡Bacira no falla ni en sus postres!

En definitiva, siempre es un acierto comer aquí y estoy deseando volver (esta semana he ido otra vez, sí). Me parece un restaurante perfecto con una carta perfectamente elaborada y sorprendente. Por cierto, tiene una amplia carta de vinos.
Dirección: Calle Castillo 16
Precio medio: 35€
Puntuación: 5 / 5
Web de Bacira.
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