Puede que Lavapiés sea el barrio de Madrid con más diversidad de todo: de personas, de locales, de gastronomía… Es lo que nos gusta y cada vez suma puntos para convertirse en uno de nuestras zonas favoritas de Madrid. Pero digámoslo así, necesitaba un sitio algo más elegante y más cuidado, y esto es lo que ha venido a hacer El 5 de Tirso.
El 5 de Tirso, ubicado en el número 5 de Tirso de Molina, es una mezcla de tasca de barrio tradicional madrileña y el sitio más cool de la zona. Y es justo lo que nos ha querido trasladar Francisco Talavera, responsable del Grupo La Fábrica. Además, su chef, Sergio Fernández, es un fanático de las recetas de toda la vida.
Croquetas Fetén, jamón ibérico, bravas, torreznos, pinchos de tortilla, gildas, guisos… Se encuentran cosas así, pero lo cierto es que todos los platos tienen un aire renovado. Generalmente las raciones son para compartir y es lo que recomendamos siempre para probar las cosas. Desde luego, las patatas bravas hojaldradas con la salsa hecha por Sergio es un obligado de esta «taberna».
El 5 de Tirso tiene dos ambientes. Una barra nada más entrar con mesas altas y un salón en la parte de abajo que nos recordaba a una antigua cueva. En ambas salas tienen la misma carta, así que elige dónde quieres sentarte y disfruta.
PLATO A PLATO.
Las croquetas fetén de jamón ibérico, chuletón y chipirón. Por qué pedir una cuando puedes probar las 3. Soy una apasionada de las croquetas de jamón, pero aquí se llevan la palma las de chipirón. Suave por dentro y muy crujientes por fuera.

La ensaladilla rusa. No podíamos ir a una taberna castiza madrileña y no probar su ensaladilla rusa. Y acertamos. Buenos sabores y muy buena cantidad.

El plato estrella: las bravas y su salsa un poco picante. Lo que tienen de diferente es que vienen en un cucurucho, son muy largas y parecen un hojaldre. Tal y como nos dicen, esto es solo lo que ves, porque en realidad son varias capas de patata que hace ese efecto de patata hojaldrada.
Y aquí viene un plato que me sorprendió muchísimo: la lasaña crujiente de rabo de toro, esta vez una versión más moderna en forma de milhoja. Mucho más ligera y con potente sabor.

El ceviche no es muy madrileño, lo sabemos, pero nos apetecía algo más fresquito y light.

Para terminar, nos atrevimos con la torrija de brioche con helado de leche merengada.

¿Por qué volveremos? Por las bravas sin duda y porque nos quedan los torreznos por probar, qué dicen que son espectaculares.
Dirección: Plaza de Tirso De Molina 5.
Precio medio: 25€
Puntuación: 3,5 / 5
Web de El 5 de Tirso.
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