Un antiguo cuartel reconvertido en un restaurante de “lujo relajado”. Es El Cuartel del Mar, el nuevo sitio del que todo el mundo habla. Y con razón.
Viajamos hasta Chiclana de la Frontera para conocer la última apertura de Azotea Grupo, la empresa de restauración que triunfa en Madrid con Azotea del Círculo (de Bellas Artes), Azotea Forus Barceló (en el Mercado Barceló), Picalagartos (hotel NH Gran Vía Collection) y Nubel (en el Museo Reina Sofía).
Este nuevo meeting point de la gente molona está en Novo Sancti Petri, junto a la Torre del Puerco, frente a la playa de La Barrosa. Lo curioso de este proyecto es que fue un sueño de los dueños del grupo, la periodista Cristina Lasvignes y su marido José Manuel García, que veranean en Chiclana desde hace años. Cada vez que paseaban por la playa y veían este edificio abandonado, pero con una ubicación inmejorable se decían: “¿Te imaginas que lo convertimos en un restaurante?”. Así que cuando surgió la oportunidad, no se lo pensaron dos veces. ¡Y menos mal! El trabajo de restauración ha sido impecable y su apuesta gastronómica, todo un acierto.

De la rehabilitación se ha encargado el estudio Moreco, de Paula Rosales, y el interiorismo es obra de Alejandra Pombo, que parece que todo lo que toca lo convierte en oro. Un papel importante también lo ha jugado Rent A Garden, responsables del paisajismo.



Todo tiene un sentido estético prolijo, donde se buscaba realzar lo conservado y potenciar el valor natural e histórico del lugar, respetando el entorno con materiales locales y naturales, de uso tradicional, en relación directa con lo artesano y apostando por el producto español. Carpintería de madera, fachadas revestidas de mortero de cal en tono claro (una construcción tradicional gaditana), detalles en barro, piedra, elementos reutilizados, cañizo trenzado… Todo en absoluta armonía.
Este cuartel está divido en dos naves paralelas a la playa y una preciosa escalera conduce a la azotea, desde donde se disfrutan de unas impresionantes vistas para todo el ciclo solar hasta el atardecer o para el avistamiento de la migración intercontinental de aves.

En unas de las naves de El Cuartel del Mar se encuentra el restaurante, y la otra juega un papel de espacio multiusos y centro cultural donde celebran exposiciones y talleres de lo más variados como crochetería, joyería de cerámica o cestería. Así que, básicamente, a este lugar sabes cuándo entras, pero no cuándo sales. Y ahí está la gracia.

Si todo esto no fuera suficientemente interesante, el capítulo gastronómico merece toda nuestra admiración y un fuerte aplauso. El vasco Manuel Berganza es el chef ejecutivo del grupo desde 2019 y responsable de diseñar una carta basada en el producto local, con mucha presencia de brasas y guiños internacionales gracias a su dilatada experiencia fuera de nuestras fronteras, desde Singapur o Rusia hasta México, Los Ángeles o Nueva York.
Así lo disfrutamos:
Alcachofas a la brasa con queso payoyo (16€). Es una deliciosa forma de preparar las alcachofas y el queso, en su justa medida, le acompaña a la perfección.

Anchoa del cantábrico con pan de cristal y mantequilla curada en miso (16€). El producto es excelente, que es la clave de este plato. El pan se lo provee La Cremita, de Dani Ramos, conocido como “el chef del pan” porque ofrece más de cuarenta sabores a la alta gastronomía desde sus panaderías chiclaneras.

Coquinas a la plancha con toque de Jerez (16€). A este plato tradicional le añaden un toque de gochujang, que es una salsa picante coreana. No pica mucho y están muy buenas.

Tartar de ventresca de atún de almadraba de Gadira, marinado en garum de anchoa (26€). Lo sirven con cebolla china, el fermentado de anchoa que le da la salazón y un huevo que lo hace muy untuoso.

Presa ibérica asada y lacada (16€). Lo acompañan de patatas asadas y pimientos del padrón. De sabor elegante.

Buñuelos rellenos de crema de pistacho (7€). Deliciosos y cremosos. Bastante ligeros para ser una masa de harina frita.

Tarta de zanahoria asada con toque de comino (7€). Un clásico que siempre triunfa.

Acompañamos cada uno de los platos con distintos vinos de la zona, como Fino Granero en Rama, de Bodegas Manuel Aragón; Atlántida blanco (primer monovarietal de la uva vijiriega, muy poco común); Meunier, de 4 Ojos Wines (una edición limitada); y Mahara 2016, un tinto natural de tintilla de Rota.
Además, la comida en El Cuartel del Mar puede comenzar o terminar con uno de los cócteles que ha diseñado el napolitano Luca Anastasio, tres veces ganador de World Class Diageo España y director de barras y mixología del grupo. Su propuesta de carta incluye tragos largos y refrescantes, adaptados al clima de Chiclana y con varias referencias a productos de la zona. Sin duda Chiclana necesitaba un lugar así.
Dirección: c/ Bajada de la Torre del Puerco, s/n. Playa de La Barrosa, Chiclana de la Frontera. Cádiz.
Precio medio: 50€
Puntuación: 5 / 5
Web de El Cuartel del Mar.
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