El grupo Escondite es actualmente uno de los principales grupos gastronómicos de Madrid, probamos el bistro que le da nombre para CONFIRMAR -en mayúsculas- el buen gusto del equipo y el del local en especial.
Ubicado en pleno barrio Salamanca El Escondite de Villanueva sigue siendo un gran escondite después del trabajo pero, hemos de admitir, no es ningún misterio.
Todo lo contrario, a cualquier hora puedes encontrar buen ambiente disfrutando de desayunos, comidas y cenas. Mención especial en los ‘afterwork’. Nosotros lo comprobamos un jueves noche ¡el ambiente de la barra no podía ser más exitoso!

Pero cruzando esta zona y previamente la acogedora terraza, encontramos un restaurante íntimo con luz tenue, donde empezamos a sentirnos escondidos y relajados para disfrutar los imprescindibles de una carta llena de clásicos que tontea inteligentemente con otras cocinas internacionales.
Te contamos los secretos del escondite:
¡FALSO RISOTTO! Perdón, ¿demasiado alto? Este trampantojo con boletus y trufa fue la gran sorpresa de la cena, primero por estar tan bien conseguido y segundo por esa suavidad y potencia de sabor exquisita.

Después del falso risotto teníamos nuestras dudas con los siguientes platos pero las hamburguesitas iban acompañadas de unas patatas fritas caseras de infarto, finas, sin mucho aceite y de perfecto punto de sal.

También a destacar, su burrata importada de 200gr. Puro producto acompañado de emulsión de pesto, tomate y crudités de calabacín. Para compartir sí, pero también para olvidar la maneras y pedir más pan.

Llegados a este punto, si tu plan es cenar de plato individual tienes mil opciones, sandwiches, hamburguesas y otros platos más elaborados.
En nuestro caso los elegidos fueron las costillas “Baby Back” y el atún rojo fileteado vuelta y vuelta.
Hacía tiempo que no probaba un atún de tan buena calidad fuera de un restaurante japonés. Iba acompañado de una infusión de cítricos y un ligero ajoblanco y se deshacía en la boca. Palabra de buen comedor.

El ritmo del servicio fue el correcto gracias a un personal profesional y atento que no dudo al aconsejarnos en una carta para todos los gustos.
Llegó finalmente a la mesa una carta de infusiones con la que cerrar una estupenda cena pero antes, debemos confesar que se coló en la comanda un nido crujiente de manzana salteada y helado de vainilla, que se le va a hacer… siempre hay sitio para el dulce y más si estás escondido.
Cuidado porque en breve cambian la carta, así que hay que volver pronto. Muy pronto.
Dirección: Calle Villanueva, 26
Precio medio: 20€
Puntuación: 4,5 / 5
Hacer Comentario