Hace poco os hablaba aquí sobre cómo estamos perdiendo el miedo a tapear en un hotel. Y cada vez estoy más convencida de que esta es una nueva forma de alternar los bares y restaurantes de toda la vida con nuevos espacios. Del que os vengo a hablar hoy es de Garra Bar, el rincón del picoteo y cócteles castizos del hotel Barceló Torre de Madrid (que luce flamante sus cinco estrellas), en Plaza de España.
De entrada, un gran oso, emblema de Madrid, nos recibe en un elegante y minimalista hall, que no puede ser más coqueto. Aquí el interiorismo, a cargo de Jaime Hayón, tiene una intensa relevancia, pues todo lo que te alcanza la vista te puede servir de inspiración para decorar cualquier rincón de tu casa. Cuando digo todo, es todo. Pero vamos a lo que nos atañe.
Garra Bar es un espacio con pocas mesas bajas y muchas sillas altas, lo que ya nos indica que no pretende ser un espacio de largas sobremesas, aunque siempre puedes transformar tu comida en un simpático afterwork, dada su amplia y buena carta de cócteles. Yo amo las barras y las mesas altas, me resultan más informales y cercanas que una mesa con fino mantel (aunque hay momentos para todo). Así que Garra Bar representa a la perfección un lugar donde tapear o comer de picoteo. La idea que persiguen aquí es reformular las recetas más castizas, algo muy propio de un lugar tan concurrido de la ciudad.
De entrada, unos clásicos boquerones en vinagre sobre chips con pimentón (6€), que por ser clásicos no dejan de ser espectaculares. Unas patatas bravas para seguir abriendo apetito, que nosotros acompañamos de un buen plato de jamón ibérico 5J con pan de cristal y tomate rallado con aceite de oliva (23€). ¿Quién puede resistirse a eso? Yo no, desde luego.
En mi visita tuve la suerte de coincidir con Hotel Tapa Tour, un festival de hoteles gourmet donde cada uno participa con una tapa. El de Garra Bar es un bao-kata de bogavante en tempura madrileña; vamos, el típico bocata madrileño pero reinventado. En su caso lleva crujiente bogavante en pan bao y alioli. Aunque esta tapa era exclusiva de esta iniciativa, en la carta podéis encontrar unos fabulosos (y muy parecidos) mini bocatas madrileños, con un pan normal (9€). Tampoco os podéis perder los barquillos de salmón, guacamole y lima (6€), que son perfectos para compartir, a modo de finger food (como casi todo lo de esta carta).
Más cosas. El sándwich Aranjuez (9,5€), el clásico vegetal, pero con un punto original: el pan de molde estaba hecho con pétalos de rosa, algo que le imprime un aire divertido y algo de chulería. Como diciendo: “aquí estoy yo”. Y claro, en un lugar castizo-reinventado, no pueden faltar los soldaditos de Pavía (9€), un aperitivo muy madrileño y mucho madrileño.
Dirección: Hotel Barceló Torre de Madrid. Plaza de España, 18. Madrid
Puntuación: 4,5 / 5
Precio medio: 25€
Web de Garra Bar donde podéis reservar
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