El barrio de Las Salesas, en Chueca, es una de esas (muchas) zonas con encanto de Madrid. Algunos la consideran la nueva milla de oro de la ciudad, por sus elegantes boutiques en edificios decimonónicos y, cómo no, restaurantes donde ver y ser visto como La Carlota. Así que siempre es una gozada conocer lo último y más moderno de este barrio con duende.
El restaurante La Carlota es uno de los últimos en llegar. Se trata de un coqueto local, en los bajos de un edificio histórico, que ha mantenido en su decoración un estilo contemporáneo industrial con elementos estructurales originales, como el ladrillo visto, paredes de bóveda, cables telefónicos o tuberías antiguas. Nada más entrar, una barra espectacular da la bienvenida a La Carlota, donde sirven cócteles que invitan a maridar sus platos. Las paredes están decoradas con grafitis de mujeres, obra del artista El Rojo, que imprimen un toque urbano, en contraste con su impresionante lámpara transparente, punto focal del salón principal.


A los fogones de La Carlota se encuentra Gian Franco Curzi, un cocinero caraqueño de origen italiano que replica en Madrid un modelo que les funciona a los cuatro socios en varios restaurantes que regentan en Caracas y la isla de Aruba. Este modelo consiste en dividir la cocina en cuatro estaciones: pantry (platos fríos como tartares, ceviches o ensaladas), sushi (con el sushi master Gregori Rondón, que fusiona el arte japonés con cocinas del mundo occidental), robata (la barbacoa japonesa, protagonista del grill) y la línea caliente, donde se trabaja el wok, salteados y frituras.
Así que vamos al lío, porque aquí de lo que se trata es de acudir a restaurantes donde comer bien, y su carta es tan larga como variada. Los platos no son muy copiosos, así que puedes pedir sin miedo a pasarte. Eso sí, el personal es majísimo y seguro que te guiarán en la mejor opción. Mira qué espectáculo de platos:
Crudo de atún crispy shiso (8,80€), con aceite de trufa, cebollino shiso, jalapeño dulce, naranja y salsa miso yuzu.

Dátiles rellenos (8€ / 5 unidades). Una mezcla de chorizo, queso manchego, bacón ahumado y salsa de yogur.

Crudo de vieiras y manzana verde (9,90€). Lo acompañan con yuzu, manzana verde, aceite de trufa y jalapeño.

Tacos crocantes de pez blanco acevichado (8,80€ / 4 unidades). Son tacos de wanton rellenos con pez blanco, puré de boniato dulce aderezado con salsa limón cayena. Es un poco picante, pero para los que no nos gusta tanto el picante (como yo), se tolera perfectamente.

Gyozas de pato y cerdo ibérico rostizado (7,70€/ 4 unidades). Están rellenas con cerdo ibérico y pato, salsa hoisin, cacahuete y salsa cortazar.

Arroz thai tres proteínas (16,50€). Es un arroz jazmín salteado al wok con pollo, solomillo y gambas, acompañado con huevo frito, soja de hongos y soja dulce.

Nutella fantasiosa (11,50€). Es la muerte por chocolate. Un buñuelo de Nutella acompañado con tierra de brownie, espuma de chocolate y helado de Nutella. Amo esta crema de chocolate, así que no me podía resistir. Una bombita, pero si compartes, no es para tanto, jeje.

Tendrás que ir varias veces para probar todo lo que ofrecen, pero déjate asesorar para que pruebes, al menos, una selección de sus greatest hits. No fallarás.
Dirección: c/ Almirante, 11
Puntuación: 4,5 / 5
Precio medio: 30-40€/ persona
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