El distrito de Chamartín necesitaba un lugar así. Un restaurante asiático con muchos guiños a occidente y precios imbatibles.
Parece una fórmula ideal pero no es una combinación fácil de encontrar. Seguro que os habrá pasado lo que a mí: cuando buscáis un buen asiático termina siendo caro. Y si buscáis algo económico, la calidad no es la esperada. Pero La Pagoda aúna de forma sobresaliente ambas peticiones populares. ¡Bien!
Este restaurante, situado en una zona de gran afluencia y muy cerca de Plaza Castilla, combina estilos de la cocina tailandesa, vietnamita, camboyana y algo de japonesa, con buenas referencias al sushi.

De entrada, un local amplio distribuido en dos alturas, con una decoración fresca y ligera gracias al papel pintado y decoración de estética tropical. Bancos corridos, mimbre, revestimientos de bambú, mesas de madera y suelos entre baldosas hidráulicas y microcemento hacen del restaurante un lugar muy acogedor. Además, también tiene una terraza para unas 40 personas que será un buen lugar para quedar a tomar algo cuando el tiempo lo permita.

A la hora de pedir, se os puede ir un poco la mano, porque todo os resultará muy apetecible. Mejor si pedís para compartir, como hice yo, o preguntáis al equipo para que os oriente. A nosotros nos recibió Luis, encantador.
La carta principal de La Pagoda se divide en varias secciones: Para Compartir, Sushi, Ensalada, Para Deleitarse y Para Acompañar.
De entrada, Crab rangoon (5,90€), que son unos raviolis crocantes rellenos de crema de queso y tiras de cangrejo.

Después unos Niguiris de vieira flambeada con spicy mayo (5,80€). Los tienes de más sabores: atún, salmón, pez mantequilla, gamba, dorada, anguila o huevo de codorniz con trufa.

En esa misma tanda de platos asiáticos probamos los Steak tartar roll (14,30€). Van rellenos de aguacate y calabaza, steak tartar topping y dip de yema de huevo.

Seguimos con una Pizzeta de atún (9,70€). Se trata de una torta de maíz crujiente con láminas de atún rojo, aceite de sésamo y guacamole casero. Una delicia y una sorpresa por su formato e ingredientes.

Llegados a este punto casi no podíamos con más, pero aún le hicimos un hueco a los Tacos Koreanos (9,80€), rellenos de solomillo a la plancha con verduras y salsa kimchi. Está indicado como un poco picante, aunque se puede tolerar perfectamente.

Siendo solo dos comensales, tuvimos que renunciar al postre porque estábamos más que satisfechos, aunque yo soy una fanática de los “dulce finales” y me quedé con ganas.
Si os acercáis por este restaurante en Félix Boix, podréis terminar con un Lemon cake (5,50€), un Bun de helado (5,50€) o una Pannacotta de té matcha (6€).
En resumen: si buscáis un buen restaurante donde comer en Chamartín, no perdáis de vista La Pagoda. Mola mucho.
Dirección: c/ Félix Boix, 7.
Precio medio: 25€
Puntuación: 4 / 5
Web de La Pagoda donde podéis ver la carta.
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