Mirada retadora, apariencia sobria y una revolucionaria señorita es la imagen de Lady Madonna. Lady es demasiado, pero transgesora lo es un rato.
Conservadora pero sorprendente; victoriana pero contemporánea; desobediente pero discreta. Así es como se puede definir la imagen de este restaurante y su cocina.
Han sido Alejandro Pérez Alburquerque (propietario de El Escondite) y sus socios los que han creado este sitio hecho para todos los públicos y con una decoración acogedora, rústica y vintage, característico de Madrid in Love. Con una terraza, disponible en verano y en invierno la da un toque más parisino.
En sección cocina, el protagonismo se lo llevan los platos elaborados en el horno de leña como el taco de lomo de ternera fileteado, las hamburguesas, el trabajado pulpo braseado sobre batata, ajada y brotes de espárragos (muy recomendable) o los lomos de sardina ahumada con tartar de aguacate y salmorejo.
El colofón de Lady Madonna sin duda se lo lleva el huevo de corral trufado con idiazábal y grissinis artesanos. Últimamente está de moda en los restaurantes de cocina de autor, pero para mí este se lleva la palma. Las croquetas dicen también que son un must.
Mi sensibilidad no soporta mucho el picante, pero recomiendo encarecidamente que pidáis la carrillera de ternera al curry rojo con cous cous para compartir. Es cierto que pica, sí, pero no debe de ser un impedimento para que la probéis.
Y dejamos hueco para los famosos postres de Lady Madonna. Todos son artesanos 100% y vuelve a combinar ese toque revolucionario con la tradición. La tarta de queso no es tarta, sino flan de queso en tarrina sobre galleta y frambuesa salteada que puedes hacer tú a tu antojo. Y la tarta de limón al merengue creo que está hecha en otro planeta.
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