En apenas tres años esta casa de comidas en el barrio de Chamartín se ha convertido en todo un referente de calidad y de fusión de varias influencias culinarias, principalmente asiática y sudamericana, aunque sin olvidar las raíces españolas de sus propietarios.

Al frente, los hermanos Sergio y Roberto Hernández, conviven en armonía con una visión de comida viajera y de autor, que refleja los kilómetros a sus espaldas a lo largo y ancho de este mundo. Pero vamos por partes.

Tengo la enorme suerte de conocer a estos dos hermanos del barrio de Barajas, y cada vez que nos vemos parecemos amigos de toda la vida. Esa sensación se da poco hoy en día, sobre todo en grandes ciudades como Madrid, así que es siempre un placer coincidir con ellos.

El restaurante Latasia ha sido la culminación de años de experiencia en el extranjero de ambos: Sergio en Latinoamérica (principalmente Perú, aunque compartió fogones durante un tiempo con su hermano en Singapur) y Roberto en Asia (Singapur, Filipinas, Malasia, Indonesia o Azerbaiyán). El caso de este último se tradujo en casi 8 años por aquellas tierras: 5 años y medio en Singapur y numerosos proyectos en otros países, como ferias en Malasia u hoteles en Bali. Reconoce que esas experiencias no las habría tenido de quedarse en España, por lo que siempre supo que debía vivir un tiempo fuera y empaparse de esa sabiduría.

El esfuerzo y el trabajo empezó a dar sus frutos, las ofertas de trabajo iban en aumento y Roberto alcanzó lo que creyó que era su sueño: trabajar en hoteles de lujo. Pero claro, ahí la creatividad está mucho más limitada y el golpe de realidad hizo que aceptase una propuesta en Bakú (Azerbaiyán). La dificultad en este país fue que sus compañeros de trabajo no hablaban inglés y tuvo que hacerse entender entre ruso, azerí y algo de inglés. Eso sí, la vida nocturna que le hubiese gustado disfrutar brillaba por su ausencia. Y de allí a Filipinas, lugar donde también estuvo Sergio, aunque éste regresó antes de llegar su hermano.

Con tantas idas y venidas, ya en Madrid, decidieron juntos montar un negocio en La Latina que permaneció abierto un año. A Roberto no le convenció y comenzó a recopilar la documentación necesaria para trasladarse a Arabia Saudí y abrir allí el primer restaurante español. Pero claro, en una trayectoria tan variopinta y donde nada es lo que parece, la suerte o el destino quiso que un cliente habitual (hoy socio de Latasia) les convenciera para abrir lo que hoy es esta casa de comidas. En tan solo un mes cerraron el anterior negocio y comenzaron el nuevo proyecto.

Latasia

Su oferta gastronómica empezó siendo clásica, mezclando producto español y aportando algo de sus vastas experiencias. Aunque poco a poco sus clientes demandaban algo más y la evolución los llevó hacia lo que se han convertido hoy en día. 

Este es su negocio más personal, impregnado de sus propias esencias y donde juntos deciden todo, tanto de la gestión del negocio como el diseño y ejecución de platos. Sergio y Roberto son muy similares en filosofía, gustos y carácter. Así que, por ahí, todo va rodado.

Merece la pena dejarse llevar por sus propias sugerencias. Y eso fue lo que yo probé:

Causa limeña con tartar de atún (15,40€)

Latasia

Ceviche limeño de ají amarillo (16,85€)

Latasia

Tataki de presa de vaca, trufa y daikon (16,15€)

Latasia

Buñuelos de bacalao (1,70€/ unidad)

Latasia

Saam de alitas de pollo deshuesadas (8€/ 2 unidades)

Siu mai de rabo de toro y mole poblano (14€)

Latasia

Mochi de cheesecake y helado de cereza (6,80€)

A todo esto, nos dieron a probar un extra que acaban de sacar fuera de carta: un delicioso arroz con leche que me transportó de inmediato a un recuerdo de mi infancia, cuando mi amada abuela preparaba grandes pucheros de este postre para todos.

Sin duda este es uno de esos restaurantes TOP que hay que conocer sí o sí.

¡Ah! Y entre sus planes de futuro no contemplan abrir más sucursales, así que será fácil encontrarles en Latasia. Saludadles de mi parte.

Dirección: Paseo de la Castellana, 115

Precio medio: 40€

Puntuación: 5/5

Web para mirar la carta de Latasia.

Sobre El Autor

Curiosa y hambrienta por naturaleza, aunque no siempre en ese orden. Me gusta probar cosas nuevas y siempre tengo hueco para el postre. Si me preguntas por mi comida favorita te diré: "¿por qué decidirme solo por una si el mundo nos regala un abanico inabarcable?"

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