La proliferación de restaurantes japoneses en Madrid es un hecho incontestable. La cultura nipona nos ha dado de lleno y en lo más profundo, así que desde hace unos años estamos abrazando su gastronomía como si hubiéramos vivido la sakurafubuki (o lluvia de pétalos de la flor de cerezo) desde pequeños.
No digo que le guste a todo el mundo, claro, pero a una gran mayoría, sí. Y a los hechos me remito. La apertura de estos restaurantes responde a una demanda, of course. Y eso lo han sabido, entre otros, el matrimonio formado por dos chinos (curiosamente): Yong y Yingchun Huang, o Elena, como la conocen en Matcha House, su restaurante japonés en el centro de Madrid.
Ambos atienden con atención y presteza las necesidades de sus clientes, que en los cinco años que llevan al frente, se han convertido en habituales de esta cocina. El espacio es elegante, moderno, con una imagen desenfadada pero que hace imposible de apartar la vista desde el exterior. La interiorista Aurora Gámez es la responsable de su renovada imagen, más acorde a las demandas actuales en hostelería.
Matcha House es, sin duda, un lugar ideal donde comer la comida japonesa con la que estamos más familiarizados y a unos precios imbatibles. Ese es, realmente, el secreto de su éxito: acercar a todos los públicos esta cocina sabrosa a unos precios más que asequibles. En otras palabras, democratizar la cocina japonesa. Su extensa carta y sus menús del día, de noche y de fin de semana dan buena cuenta de ello.
Te cuento lo que probé. Para empezar, un tataki maguro (para los que no dominamos el idioma del sol naciente, un atún marcado) que sirven en 9 cortes por 13,50€.
Para seguir, una combinación de nigiri sushi (entre 4 y 6€ las 2 piezas) que seleccionamos con anguila, toro y codorniz con trufa.
A esto le añadimos 8 piezas de crazy salmon roll (7,95€), 8 piezas de spider roll con salsa spicy mayonesa (9,25€) y unos clásicos California roll (8€) que nunca fallan.
Como sugerencia de la casa, terminé la degustación con unos salmón urumaki, de la colección Rainbow Roll (8 piezas, 8,50€).
De postre y en honor al nombre del restaurante, un tiramisú de té matcha (4,90€) que, reconozco, me costó terminar por lo saciada que ya estaba con todo lo anterior. Aún así, diré que todo estaba realmente espectacular.
Dirección: Infanta Mercedes, 62.
Puntuación: 4/5
Precio medio: 22€
Web de Matcha House.
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