Nebak acaba de abrir sus puertas detrás del Congreso de los Diputados y ya es todo un reclamo como restaurante donde comer bien en Madrid. Y esto lo dice una vasca, porque todo el mundo asume que los vascos comemos mucho y muy bien. Razón no les falta, porque en Euskadi hay muy buenos productos (como en el resto de España, afortunadamente) y mucha tradición en torno a la mesa. Así que comer bien es casi una imposición.
Pero al lío. Nebak es el segundo restaurante que abre, tras una exitosa acogida en Bilbao. Ambas aperturas están separadas por apenas unos meses y se están haciendo con toda la peña (terminología vasca, que a una le tira). Lo más curioso de esta propuesta es que toda la oferta, es decir toda-toda, está libre de gluten. Hemos visto muchos restaurantes con parte de su oferta adaptada a celíacos o intolerantes al gluten, pero nunca un restaurante que lo evita al 100%. Y menos aún, vasco.

Lo que está claro es que esta condición no varía nada el sabor de los platos. Solo implica que las cocciones sean más largas, como dice su cocinero, Yoseba Egaña. Y esto es algo muy valioso, porque volvemos a la cocina de antaño, la de las “amas” y “amamas” (madres y abuelas, respectivamente). Solo tendréis que tener en cuenta una cosa. Y esta cosa es muy importante: las raciones son enormes. Es más que recomendable que pidáis para compartir y no os paséis, porque todo entra por los ojos, todo es apetecible. Pero si queréis llegar al postre, controlaos.

¿Y qué fue lo que pedimos? De entrada, un timbal de pimientos rojos asados confitados con ventresca de Bonito del Norte, cebolla confitada de Zalla y anchoas del Cantábrico (27€). Es de esos platos típicos-típicos vascos, que se comparten y siempre triunfan. Aquí la calidad de los productos se notaba excepcional.

Seguimos con medio pulpo de roca a la plancha (30€). Rico, aunque un pelín seco.

Por último, un capricho personal que no pude resistir a pedir: kokotxas de bacalao al txakolí de Bizkaia (27€). Es un verdadero manjar, muy difícil de encontrar en Madrid (y, en general, fuera de Euskadi) que cuesta dejar en el plato. Rebañé y todo (con pan gluten free, of course).
A estas alturas nos resultó imposible pedir postre, aunque hubiéramos optado por un Goxua, una típica tartaleta vasca que se hace con nata, bizcocho y crema pastelera caramelizada.
¡On egin!
Dirección: c/ Zorrilla, 11.
Precio medio: 50-70€
Puntuación: 4/5
Web de Nebak.
Hacer Comentario