No ha cumplido un año y Prístino ya es un restaurante de moda en el barrio de Almagro. Es un nuevo clásico; un restaurante para quedar bien en una reunión de trabajo, con los padres o abuelos, o simplemente si te apetece disfrutar de platos de toda la vida, que estén ricos y huyan de las versiones imposibles. Aquí se viene a comer bien.

Prístino recupera el ambiente relajado, la oferta sencilla, fácil de entender, basada en la mejor materia prima que marque cada estación, además de los platos madrileños más tradicionales. Es curioso porque el nombre significa antiguo y primigenio, en clara alusión a la pureza de su oferta, a lo que se mantiene fiel y permanece con el paso del tiempo. Ellos lo llaman la “neocasa de comidas”, una nueva forma de entender las casas de comidas de toda la vida que pueden perfectamente enmarcarse en un espacio elegante, moderno y renovado.

Prístino

Esto fue lo que probamos:

Croquetas de jamón caseras y melosas (9€). Su nombre no podría estar mejor traído porque esa cremosidad de la masa es lo que más me puede gustar del mundo croquetero.

Prístino

La ensaladilla rusa de toda la vida (10€). Esta receta parece sencilla, pero es muy importante equilibrar los ingredientes, porque la gracia está en que todos se mezclen bien y no haya alguno predominante. Y aquí lo consiguen.

Lubina a la sal con guarnición (24€/persona. Para 2 personas). Como se ha hecho toda la vida, aquí te limpian los lomos junto al comensal. Esto es amor por lo clásico y lo demás, tonterías.

Prístino

Tarta de queso (6,50€). Para los auténticos cheeselovers, esta tarta tiene una buena posición. Mezclan distintos tipos de queso y hasta los puedes masticar. Es melosa y muy adictiva.

Prístino

Aunque es un restaurante con terraza, en días de mucho calor es preferible comer en el interior, muy confortable y fresquito. Es precioso, decorado por Mercedes Rivera (arquitecta de interiores de proyectos como Barra y Mantel o Coquetto). Y si lo prefieres, también puedes disfrutarlo con una de sus copas clásicas y siempre en buena compañía.

Dirección: Eduardo Dato, 8. Madrid

Precio medio: 35€

Puntuación: 4 / 5

Web de Prístino.

Sobre El Autor

Curiosa y hambrienta por naturaleza, aunque no siempre en ese orden. Me gusta probar cosas nuevas y siempre tengo hueco para el postre. Si me preguntas por mi comida favorita te diré: "¿por qué decidirme solo por una si el mundo nos regala un abanico inabarcable?"

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