La cocina de México es muy extensa, como ya os hemos contado muchas veces aquí. Y aunque los tacos sea su sello inconfundible, en un país tan grande se recogen infinitas influencias. Por eso nos encantan los restaurantes como Regañadientes, cerca de Recoletos, donde se refleja la cocina mexicana más moderna y vanguardista.
De entrada, Regañadientes es un local precioso, con muchos detalles y decorado con mimo. Está inspirado en las cantinas mexicanas, con suelo y barra de mármol, paredes con botellas de vino y cerveza, y todo con un aire industrial muy de moda. Podéis quedaros en la barra o una de las mesas de la entrada o del comedor del fondo que, si cruzáis, os toparéis con la cocina a la vista desde el pasillo.


Desde aquí preparan una carta relativamente corta pero que refleja a la perfección la creatividad y buena mano de su cocinero Abel Martellotti. Os recomendamos que os dejéis asesorar porque, además de la carta, suelen tener buenas sugerencias fuera de carta que vale la pena probar. Es lo bueno de una cocina de mercado: hay ingredientes que se deciden comprar en el día, si su proveedor se lo recomienda.


De entrante, nos sirvieron un aperitivo con tres salsas picantes: tomate verde, jalapeños y una a base de tomate rojo y chile habanero (muy picante).
Por supuesto, ni qué decir que, en cualquier restaurante mexicano que se precie, hay que probar el guacamole con totopos (12€), un clásico de la cocina mexicana que siempre es un acierto. El de Regañadientes es delicioso.

Seguimos con una tostada de atún rojo con aliño de cangrejo (18€). Facilísimo de comer y compartir.

Le siguió un aguachile de ternera de Ávila (fuera de carta). La ternera estaba hecha como un tataki, sellada por fuera y cruda por dentro. El aguachile lo hicieron con zumo de naranja, zumo de lima y el chile mulato ahumado. Muy sabroso.


Después probamos un panucho de tinga de pollo con salsa chipotle (fuera de carta). Este bocado, aunque riquísimo igual, ya se nos iba haciendo un poco más denso. Así que os recomendamos que controléis lo que pedís, porque todo es muy apetecible y no querréis salir de allí rodando.


Costrón de oreja y morro ibérico ahumado relleno de ensalada de col, aguacate y salsa de tomate (fuera de carta). Es un fiel reflejo de un producto popular convertido en gastronómico, porque tanto el sabor como la presentación eran de 10.

Taco de Madrid, “el más madrileño de todos los tacos”, hecho con calamares, chipirones y alioli de ajonegro (8€). Es un clásico de la casa que esperamos que no retiren nunca, porque está muy bueno y es un bonito guiño a la tradición popular madrileña.

Como podéis imaginar, a estas alturas ya no podíamos con un postre. Pero valió la pena renunciar al final dulce con tal de probar todos estos atractivos platos. Y, por cierto, Regañadientes también tiene un menú del día por 20€. Ya no tenéis excusa.
Dirección: Calle Almirante 24.
Precio medio: 35€
Puntuación: 5 / 5
Web de Regañadientes.
Fotos hechas por Eduardo González.
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