En un país tan gastronómico como el nuestro y una ciudad tan cosmopolita como Madrid, se da la circunstancia de abrir (y cerrar, claro) negocios con demasiada frecuencia. Muchos empresarios de la hostelería optan por ciertas fusiones y cartas de copia-pega para ofrecer a sus comensales aquello que más triunfa, pensando más en la rentabilidad de su negocio que en ser un referente gastronómico real. Por eso, a veces, cuesta encontrar negocios auténticos, con una oferta culinaria propia, inédita, original y fresca, que bien pueda ser una referencia a la cocina tradicional pero siempre con identidad y un concepto definido.

Es lo que hemos encontrado en el restaurante Shanghai Mama, un chino de verdad. Vamos, casi como si estuvieras en el mismo gigante asiático, pero sin salir de Madrid.

Se trata del mítico China Crown, que tras más de 30 años de buena reputación se transformó en 2017 en lo que hoy conocemos con Shanghai Mama, un concepto casual de aire street food. Están especializados en los orígenes de la cocina milenaria, huyen de las fusiones vanguardistas y se mantienen fieles a las recetas más tradicionales.

shanghai mama

De primero, unas berenjenas crujientes con presa ibérica (6,90€), perfectas para compartir y abrir apetito.

shanghai mama

Seguido, su especialidad y estrella de la casa: los dumplings. Nosotros probamos de tres tipos que venían servidos en una torre de cestas de bambú: Xiaolongbao relleno de carne, Xiaolongbao relleno de carne y trufa negra y Xiaolongbao relleno de carne, setas y foie (desde 6,50€). Te costará decidirte porque cada uno es mejor que el anterior, todos muy ligeros pero saciantes.

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Para seguir, otra de las recomendaciones de Shanghai Mama que no podéis perderos: Ki Bak crujiente de pollo y mariscos con huevo de pita pinta (12,90€), que terminan en mesa con un soplete. Un espectáculo de ver y saborear, porque el toque tostado es… en fin, una delicia.

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Continuamos con uno de los platos imprescindibles de la cocina china: Pato Shanghai Mama crujiente en salsa de almendras (13,90€). Reconozco que no soy muy fan del pato, pero es que bien preparado, como lo hacen aquí, es irresistible.

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Para que no fuese una comida muy contundente, agradecimos un intermedio de vegetales y nos sirvieron judías verdes con hojas de zanahorias fermentadas al estilo Yun-nan (8,90€), que es como comer pipas: una vez que empiezas, ¡ya no puedes parar! Deliciosas, bien preparadas, tersas y crujientes pero muy delicadas.

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Para terminar, uno de los que consideran su postre estrella: la revolución del plátano (una reducción de plátano, miel y helado de vainilla); excesivamente dulce para mi gusto, pero claro, es que en este tipo de cocina se usa (y abusa) de estos ingredientes.

shanghai mama

Además de la carta, en Shanghai Mama puedes comer también de menú del día de lunes a viernes (12,90€). Una excelente opción para adentrarse en esta cocina tan exótica como accesible.

Dirección: c/ Infanta Mercedes, 62.
Puntuación: 4 / 5
Precio medio: 25€
Web de Shangai Mama (donde también podéis reservar)

 

Sobre El Autor

Curiosa y hambrienta por naturaleza, aunque no siempre en ese orden. Me gusta probar cosas nuevas y siempre tengo hueco para el postre. Si me preguntas por mi comida favorita te diré: "¿por qué decidirme solo por una si el mundo nos regala un abanico inabarcable?"

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